My perfect world
—¿Te avergoncé?
Sacudida.
—¿Te molesté?
—¿Te puse triste?
—¿Enojado?
—¿Feliz?
Cabezada.
Sus ojos se encendieron.
—¡Um! Esta es una muy buena noticia.
No pudo menos que reírse. Él cabeceó.
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